*No espere un análisis, ni la propuesta de un debate, esto simplemente es un texto de esperanza, un texto decembrino.
En la primera década del 2000, Colombia ingresa en un túnel oscuro, un túnel cuyas carreteras se cimentaban con sangre y muertos que dejaba a su paso el conflicto armado; Un túnel que escondía los problemas de educación, salud, trabajo y vivienda para mostrarnos únicamente el problema de la guerra.
Después de transitar años y años por ese túnel, Colombia vislumbra una pequeña luz llena de colores, cargada de esperanza gracias a un paro nacional que ha superado todas las expectativas y ha logrado poner contra las cuerdas al Gobierno Nacional y al Uribismo.
Por esta razón, El 2020 debe ser el año en que los colombianos salgamos del túnel y logremos alcanzar los millones de colores, amores, sonrisas y esperanzas por los cuales hemos esperado décadas. El próximo, debe ser el año de todos los colombianos que estamos cansados de la muerte, la sangre, la tristeza y que queremos ver la luz, la tranquilidad y la esperanza. Nosotros, debemos saber que no es solo salir del túnel, sino caminar por sendas iluminadas de amor y solidaridad para evitar caer en un túnel más largo y más oscuro; Ante los implacables vientos de cambio, debemos tener en cuenta que la acción no es una reacción sino una creación y como creación debemos pensar detalladamente los pasos a partir de enero.
Son muchos los problemas que aquejan a cada uno de los colombianos, sin embargo, el diálogo cotidiano que se da comiendo empanada, esperando el bus o tomando cerveza, permite encontrar los siguientes puntos en común: los corruptos nos roban la plata, la salud no existe, la educación es un privilegio, la ciudades y campos cada día más contaminados, los líderes asesinados y el presidente trabajando arduamente para que todo empeore. Para poder salir de este túnel y mantenernos fuera, debemos poner nuestro mayor esfuerzo en lograr alcanzar nuestras reivindicaciones.
Año nuevo, Colombia nueva, estoy seguro que más alegres los días serán.