«Los días pueden ser iguales para un reloj, pero no para un hombre» Marcel Proust…
Un 8 de octubre de 1967, las autoridades Bolivianas capturaban al guerrillero argentino Ernesto «Che» Guevara y luego de encarcelarlo, un día después ordenaban su fusilamiento a sangre fría. Un recuerdo perturbador en estos tiempos de violencia y linchamientos mediáticos en contra de la diferencia.
Un 8 de octubre de 2009, la Academia sueca informaba que Herta Müller, de nacionalidad rumana, era la ganadora del premio Nobel de literatura. Un reconocimiento a una escritora comprometida socialmente y cuya obra literaria se caracteriza en esencia por denunciar los crímenes cometidos por el gobierno represivo de Ceaușescu en el periodo en el que gobernó Rumanía (1974 – 1989). Un ejemplo de valentía y coraje que invita siempre a denunciar.
Un 8 de octubre, el santoral cerebra, entre otros santos, a Santa Reparada, una mujer que es considerada mártir por haber decidido defender su fe, entregando su vida, frente a quienes, desde el Imperio Romano, querían imponerle doctrinas, consideradas por ella, heréticas. Una Santa cuyo nombre recuerda en alguna medida, lo que hasta hoy siguen reclamando muchas víctimas: reparación.
Un 8 de octubre de 1582 fue un día que no existió. Cuenta la historia que para poder unificar las celebraciones religiosas cristianas, el Papa ordenó que aquél año se le suprimieran 10 días al mes de octubre, así entonces quienes se acostaron el 4 de octubre por la noche, amanecieron al día siguiente marcando el 15 de octubre en su calendario. Una historia que nos hace pensar en todo y todos los que sin razón desaparecen.
Un 8 de octubre de 2004, moría el filósofo francés Jacques Derrida quien con sus planteamientos Revolucionaria la filosofía y nos legaría, entre sus muchas obras, un texto titulado: «Historia de la Mentira: prolegómenos», trabajo en el que Derrida afirmaba que el mundo contemporáneo estaba dominado por la mentira absoluta. Para el escritor galo, «lo relevante en la mentira no es su contenido, sino la intencionalidad del que miente…». Una reflexión interesante en estos tiempos que tanto se habla de la manipulación de Testigos.
El próximo 8 de octubre, si no sucede nada extraordinario, un grupo de adeptos al partido político Centro Democrático marchará para manifestar su apoyo al dirigente político Álvaro Uribe Vélez, rechazando su llamado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia, la cual lo investiga por el aparente delito de manipulación de Testigos.
Una movilización particular que lo hace pensar a uno, si los seguidores del expresidente estarían dispuestos a realizar una marcha por cada una de las acusaciones (aproximadamente 276) que pesan contra su mentor. Deberían guardar fuerzas para más adelante. Aunque como están las cosas en Colombia, nada raro que condenen a Uribe Vélez por un tipo de delito, a mi parecer, menor. Ya lo reseñaba Hernando Gómez Buendía en su columna de opinión del 29 de septiembre en el periódico El Espectador: «Al Capone asesinó a mucha gente, pero lo condenaron por evasión de impuestos…»