Como colombiana y como joven, siento el deber democrático de pronunciarme sobre el llamamiento a indagatoria de la Corte Suprema de Justicia al Senador y Ex Presidente Álvaro Uribe Vélez.
Con admiración y respeto por su obra, que transcendió y marcó una nueva historia para Colombia, quiero expresar mi preocupación por la visible violación de garantías en su proceso.
Lo escuchaba hace unos días manifestar que siempre daba la cara, y así lo está haciendo; va a atender el llamado a indagatoria al que fue citado por un proceso que no era de su conocimiento y en el que no fue escuchada su versión libre.
Un proceso en el que el Ex Presidente es citado para rendir indagatoria ante una Corte en la que uno de sus magistrados, en el transcurso de una campaña política, comento a algunos periodistas que el Presidente Uribe sería encarcelado; hecho por el cual fueron recusados los magistrados, recusación que fue negada.
Un proceso con irregularidades que conllevaron a que, entre otras violaciones, la Corte suspendiera la fecha de indagatoria del presidente, ante la presentación de su equipo jurídico de un incidente de nulidad, el cual, conforme a la Ley, no genera la suspensión de las diligencias del proceso, entre estas la de indagatoria.
Un proceso en el que mencionado incidente de nulidad fue rechazado por la sala de instrucción; rechazo que fue posteriormente ratificado por la Corte, al ser negado el recurso de reposición por el magistrado al que se le trasladó su estudio.
Un proceso en el que interceptaron por error 21.000 llamadas y mensajes; llamadas y mensajes que el Ex Presidente ha pedido se publiquen a la opinión pública; solicitud que no ha sido atendida.
Dichos audios, sin embargo y de manera misteriosa, han sido compartidos con algunos periodistas que se dedican a manipular y a dañar el buen nombre y la honra del Ex Presidente; lo cual a quedado demostrado ante la opinión pública, entre otras evidencias, con las erróneas transcripciones que de los audios han publicado. Errores mal intencionados.
Cuanto valor democrático tiene el Ex Presidente para atender con la firmeza, un proceso con tan flagrantes violaciones a sus derechos y garantías.
Cuanta preocupación nos debe generar lo que está sucediendo y cuanta atención debemos prestar a lo que acontezca durante la indagatoria del Ex Presidente. Hay que rodearlo, hay que acompañarlo, con mano firme y corazón grande.