Bajo el nombre de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de Seda (Road and Belt Iniative), el primer ministro Xi Jinping le presenta a China, la clave para ser el pivote económico y geopolítico a nivel global, acogiendo nuevamente los sueños de una unión euroasiática.
De acuerdo al MERICS Mercator Institutes for China Studies, instituto con sede en Alemania que se encarga de investigar y monitorear las actividades económicas, políticas y de seguridad de China en Europa, en su reporte Chinese FDI in Europe: 2018 Trends and Impact of New Screening Policies que se publicó en el mes de Marzo de este año, se acentúa cómo la iniciativa trata de asegurar el flujo comercial de bienes chinos a través de diversas rutas comerciales a nivel marítimo y terrestre, cuya inversión en infraestructura está estimado en 1 trillón de dólares. Estas últimas unificarían a las principales ciudades industriales, comerciales y portuarias de Europa con China.
En visita diplomática el pasado 22 de Marzo a Italia, Xi Jinping concretó un primer memorando con el gobierno del Primer Ministro Giuseppe Conte. Este país fue uno de los grandes protagonistas por la crisis de la deuda -uno de los denominados PIGS- (al igual que Portugal, Irlanda, Grecia y España). Este selecto grupo de países le ha venido enmendando los presupuestos presentados a la denominada Troika Europea (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), quienes son hoy en día los custodios de la deuda pública de Italia y por ende, regulan su presupuesto.
Teniendo en cuenta tal presión y sin opciones, Italia se termina convirtiendo en el fiel ejemplo de un país que está muy limitado en su maniobrabilidad en inversión en temas esenciales para su bienestar.
Ahora bien, analizando los puntos esenciales en la documentación preliminar del acuerdo entre China y los países de la Unión Europea en el ¨Provisional Agreement Resulting From Interinstitutional Negotiations¨ del Comité de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (Corporación encargada de avalar o no, este monumental acuerdo comercial), se evidencia en los puntos de interes en la negociación en los cuales queda de manifiesto el porqué de la preocupación de Estados Unidos.
En el documento se pueden destacar los siguientes cinco puntos: En infraestructura crítica, abarcar la intervención en obras de infraestructura de energía, transporte, agua, salud, telecomunicaciones, procesadores, defensa e infraestructura electoral y financiera; en el caso de las tecnologías, serían inversiones en inteligencia artificial, robótica, ciberseguridad, defensa aeroespacial, almacenamiento de energía, tecnología nuclear, nanotecnología y biotecnología; en lo que respecta al acceso a información sensible, entrarían los datos personales y la habilidad del control de la información; en las inversiones en telecomunicaciones se basarían en el respaldo a la prensa libre y por último, priorizarán la inversión en materiales raros y seguridad alimentaria.
Como se puede evidenciar en los puntos que podrían tener grandes inversiones por parte de China, podemos analizar lo siguiente: En primer lugar, muchos de estos puntos exponen a los países europeos en temas sensibles, como es el caso de la infraestructura energética y defensa, tecnología o inteligencia artificial. Segundo, esta iniciativa denota el modus operandi a través del que China entra a tener una gran injerencia en temas estratégicos en cuatro de los países que pertenecen al G7, teniendo en cuenta que este grupo selecto, cuenta con los mejores índices de industrialización, económicos, financieros y militares. Tercero. Queda en evidencia la vulnerabilidad en la que quedan los países de la Unión Europea en temas sensibles como la seguridad, ciberseguridad, infraestructura electoral y comunicaciones. Y en cuarto y último lugar, estas inversiones no solo atraen a los países que sufrieron la crisis de la deuda pública en el 2007, sino también a las principales economías de la Unión Europea.
Para Estados Unidos por lo tanto, esto representa un problema. Hay que tener en cuenta que desde la administración Obama, se viene llevando a cabo una ofensiva en contra de todas las iniciativas comerciales y en materia geopolítica de China. Esto se puede evidenciar en el grado de relevancia que tienen sobre el tema en los documentos del National Security Strategy desde el segundo período de Barack Obama hasta esta primera administración de Donald Trump, en donde también se manifiesta la preocupación sobre el tema a través de ruedas de prensa por parte del asesor de seguridad nacional John Bolton sobre el tema.
En este caso para la Administración Trump, se desprotege a sus aliados europeos en temas estratégicos, lo que supondría debilitar sus iniciativas estratégicas contra Rusia (los países que están en la OTAN) y quedaría endeble la inteligencia compartida entre los países de la Unión Europea y Estados Unidos. Además, las inversiones en los puntos expuestos en el acuerdo preliminar, dejarían a los países aliados de Estados Unidos a merced de lo que China considere en un eventual conflicto económico, político o militar, que supone un asunto muy remoto, pero que las instituciones de seguridad tanto de Estados Unidos, como de China, tienen planes sobre casos hipotéticos de conflicto.
Al final del día; ¿A mayor chequera, mayor supremacía no?