Me siento como de costumbre frente al portátil y al encender la internet se conecta el mundo en una pequeña pantalla que para muchos, es la puerta de la globalización de la tecnología, en un avance jamás esperado en los últimos 14 años.
Maria Teresa Ronderos me anima a escribir, ha vuelto al periódico el Espectador con el aval de Fidel Cano. En el Tiempo me encuentro las opiniones de Francisco Cajiao que denotan más no connotan las diferencias de criterios de los que forman los conceptos de la educación nacional. Otro día me leo lo que escribe Vladdo antes o después de su caricatura de Aleyda y me sigo intrigando con las posturas de Jaime Castro el gestor de las elecciones de alcaldes. En el País de Cali, sigo a Poncho Rentería que escribe su columna desde la peluquería de su amada, Gonzalo Gallo desde su Oasis hace referencia al amor entre los seres humanos.
Leer con detalle a Cecilia López Montaño y a Heriberto Fiorillo en el Heraldo de Barranquilla, anima por su estilo entre rumba y buena pluma. Los columnistas de la Patria de Manizales hacen amena la trama costumbrista del país de regiones. Una nación que parece nunca alejarse de lo que ha venido tejiendo desde hace 50 años y más, con el libreto de Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas, con el cura Pérez que se desgreño por las montañas como negocio más productivo que salvar las almas del purgatorio de la Roma de la santa inquisición.
Motivos son los que cada día se generan en el país del sagrado corazón de Jesús, que ha levantado templos y capillas en veredas, corregimientos y barrios a punta de empanadas y hoy es delito comer en las calles de la Colombia que crea mitos y espantos. No es fácil abstraer de la vida diaria para comentar como lo hace Gustavo Álvarez Gardeazábal. Seguimos en la práctica de un estilo que con pequeños párrafos quiere aportar desde la propia formación. La escritura es parte de un ejercicio que consideramos fundamental por ser una extensión de lo que leemos y conocemos. Sufrimos las noticias como todo ciudadano, a diferencia de muchos queremos compartir en un escrito de opinión que hemos llamado corto y puntual.