Más justicia equivale a más educación

El escándalo de Odebrecht es algo que viene azotando a Latinoamérica desde hace algunos meses, pero como es costumbre de  la justicia colombiana, nosotros aún no tenemos a muchos responsables de este tipo de hecho tras las rejas. El más cercano a recibir el castigo  es Luis Fernando Andrade, quien esta en casa por cárcel.  Después de la muerte de Jorge Enrique Pizano llegaron diversas revelaciones a las manos del señor Gustavo Petro, este las puso a disposición de la luz pública, todo lo anterior inculpaba a nuestro actual Fiscal de la Nación, Néstor Humberto Martínez,  se muestran todas las conversaciones que tuvo el difunto con Martínez, pero que decidió no decir nada porque sabía que en este país lo mandarían a callar para siempre, y más conociendo quiénes son los que apoyan al actual  fiscal.

Pruebas en contra del Humberto existen muchísimas, pero, ¿él mismo se va a investigar?, ¿tiene el derecho moral para seguir ocupando este cargo?, pues para distintos senadores como Jorge Enrique Robledo esto no debe ser posible, él, al igual que Gustavo Petro y Angélica Lozano se unieron en un debate para pedir la renuncia inmediata del actual fiscal, al cual este último también asistió para defenderse, y como era de esperarse, tuvo el apoyo de toda la bancada del Centro Democrático y alguno liberales, quienes no ven con buenos ojos  que se le deshabilite, pero esto no es nuevo, sabemos que hay mucho intereses debajo de esas mesas

Colombia perdió más de 843 millones de dólares, todo este dinero fue a parar a los bolsillos de políticos corruptos, esos mismos que se llenan la boca diciendo que aman lo que hacen porque buscan que todos los colombianos tengamos una vida digna.   ¿Se imaginan donde todo ese dinero hubiese parado en los recursos correctos?, ¿logran dimensionar qué clase de educación lograríamos tener con todo el dinero que se robaron durante todo ese tiempo?, ¿y así esperan que creamos que el Gobierno no tiene más recursos para el futuro del país?

En este momento tenemos un país lleno de artefactos para la guerra, lleno de corruptos en el poder, de periodismo con intereses personales, pero por otro lado, tenemos jóvenes pidiendo a gritos que se respeten sus derechos, que los culpable paguen sus crímenes, que los campesinos tengan una vida digna, que los precios del mercado se respeten y que los más de diez mil millones de colombianos que pusieron a Iván Duque como presidente nos ayuden a protestar por un mejor país, una equidad. Esto no se trata de partidos, se trata de calidad de vida de todos, pero sobre todo, se trata de exigirles a ellos que nosotros merecemos respeto y que si no están dispuestos a respetar los derechos de cada uno deberán responder ante la justicia.