Hoy el llamado es a cobijar esos lugares que nos han brindado espacios para la vida, que han posibilitado el encuentro con el lenguaje, con nosotros mismos, con los otros y sobre todo esos lugares que buscan disminuir la brecha social del país: las bibliotecas públicas.
En América Latina, las bibliotecas públicas son una de las principales instituciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las comunidades y a garantizar derechos fundamentales como la información y la educación y derechos humanos como la cultura. En Colombia, esta relevante institución constituye uno de los más importantes proyectos culturales del país: la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (RNBP), la cual se ha fortalecido en la última década llegando a tener hoy día 1500 espacios bibliotecarios donde niños, niñas, jóvenes y adultos, además de tener acceso a la información y de contar con recursos de lectura, pueden encontrarse y hacer del lenguaje una oportunidad para su humanización. Esta Red se ha comprometido socialmente, aportando al fortalecimiento de la democracia, a partir del empoderamiento ciudadano que los sujetos formados e informados pueden desplegar en la sociedad.
Muchos de los compromisos sociales y deudas históricas que como país tenemos, relacionados con la cultura, han sido asumidos por la RNBP con profunda valentía, estos se evidencian en proyectos como las bibliotecas móviles para la paz, instaladas en zonas afectadas por el conflicto para congregar a mujeres y hombres a partir del lenguaje y las posibilidades que este da para la construcción de nuevos horizontes y oportunidades. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Colombia, a noviembre de 2017, estos espacios ya habían recibido más de 170.000 visitas, lo cual denota no sólo una cantidad considerable de usuarios, sino la potencia y el reconocimiento que las bibliotecas tienen hoy en el país.
Este reconocimiento le ha implicado a la RNBP ser nombrada como una de las experiencias culturales más sobresalientes a nivel mundial, y no sólo por la experiencia de las bibliotecas móviles, pues muchas de sus bibliotecas han ganado importantes premios otorgados por organizaciones como IFLA y la Fundación Bill & Melinda Gates. Por ejemplo, en el 2016, en la primera versión del Green Library, el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín fue galardonada con premio Bibliotecas Verdes.
Sin embargo, no sólo en cuestión de premios. Las Bibliotecas Públicas del país han sido también merecedoras de recursos económicos destinados para el fortalecimiento del quehacer y la reflexión bibliotecaria, como los que otorga anualmente Iberbibliotecas. Proyectos como: Lectores ciudadanos. Agentes de Lectura en Bogotá (2014), Construcción participativa de herramientas de planeación y evaluación de la Ted de Ciudades Lectores de Bogotá, Cali y Medellín en Colombia (2014), Creación de un Centro de Lectura Comunitaria (CeLCo) para el fomento de la lectura en comunidades vulnerables, la integración social y la calidad académica (2014), Barrio y Biblioteca. Memorias colectivas en la constitución barrial del noroccidente de Medellín (2015), Bibliolabs: territorios en código abierto y colaborativo (2015) Colombia:un paseo literario. “Por el reconocimiento y reencuentro con mis raíces” (2015), Formador de formadores. “Leer es mucho más” (2015), Tejiendo Red por el desarrollo bibliotecario Popular: Proyecto de construcción del plan estratégico de la Red de Bibliotecas Populares y Comunitarias de Medellín y el Valle de Aburrá (2019-2022) (2018), Encuentro de escolares con biblioteca de Medellín (2018), Haciendo memoria: nuestro sitio, nuestra identidad. Posicionamiento de la red departamental de bibliotecas públicas del Quindío (2018) han sido financiados por esta organización y así han fortalecido la RNBP.
Los premios, menciones, reconocimientos y recursos logrados han sido posibles gracias a la labor dedicada de cada bibliotecario, bibliotecólogo, promotor de lectura, coordinador profesional, amigo de las bibliotecas, ciudadano de a pie, y por supuesto a las oportunidades generadas en el país gracias a la existencia, desde el 2010, de una Ley que respalda desde el Gobierno Nacional el desarrollo y funcionamiento de la Red, Ley 1379 de 2010. La RNBP ha posibilitado el fomento de la lectura, la escritura oralidad. Trabajado arduamente en la recuperación, apropiación y difusión de la memoria y las expresiones culturales, la garantía en acceso a la información. Promovidos procesos de alfabetización digital, informacional, entre otros. Realmente, son inconmensurables las tareas que las Bibliotecas Públicas del País han llevado a cabo.
Sin embargo, hoy, la más importante infraestructura cultural del país se encuentra en riesgo, pues el Gobierno Nacional busca derogar, a través de lo planteado en el artículo 87 del proyecto de Ley de financiamiento, el Artículo 512-2 de la Ley 1819 de 2016, la cual asigna al sector Cultura el 30% del Impuesto Nacional al Consumo sobre los servicios de telefonía, datos, internet y navegación móvil. Este es el principal recurso con que cuentan las bibliotecas públicas del país y es fundamental para su sostenimiento, fortalecimiento y cualificación, con este se desarrolla el grueso de las acciones de la Red Nacional de Bibliotecas públicas del País. Y son estos recursos han permitido dar viabilidad a la Ley de Bibliotecas Públicas fortaleciendo de manera integral las condiciones y capacidades de las bibliotecas públicas,
Hoy las bibliotecas públicas del territorio colombiano hacen a toda la sociedad colombiana un llamado de emergencia #SOSBiblitoecasPublicas, pues hay más de 1500 razones para que el Gobierno Nacional mantenga la financiación que ha permitido a millones de colombianos acceder a la cultura, la información y la educación. Hoy la invitación es a cobijar esos lugares que nos han brindado espacios para la vida, que han posibilitado el encuentro con el lenguaje, con nosotros mismos, con los otros y sobre todo esos lugares que buscan disminuir la brecha social del país: las bibliotecas públicas. Pensar en un proyecto bibliotecario para el país, implica pensar en un proyecto para la solidificación de una sociedad que cree en la cultura, en la educación y en la información como aporte permanente a su desarrollo social y comunitario, a su vez como una oportunidad para disminuir las brechas de desigualdad social, generar ambientes de paz y una educación de calidad, razón por la cual hoy el llamado de emergencia y la invitación acompañar las bibliotecas públicas es imperante.