Unas sinceras felicitaciones al nuevo presidente de los colombianos, el señor Iván Duque Márquez, al cual más de diez millones de personas le depositaron su confianza con su voto.
Otra vez vivimos una gran jornada electoral, puesto que, en datos de la Registraduría, hoy votaron diecinueve millones de personas que asumieron un verdadero valor y compromiso democrático con su país, lo cual indica que cada vez más vencemos al abstencionismo y nos convencemos que tenemos el poder en nuestras manos.
Pasando a lo electoral y político, era de esperarse el resultado de hoy, toda vez que el mejor escenario para el Uribismo era este, ¿por qué la gente no le perdonaba a Gustavo Petro el hecho de haber pertenecido al M19, ni sus supuestas ideas comunistas, ni su cercanía con Hugo Chávez y el modelo de gobierno adoptado en el país venezolano?, situación que fue demostrada en las urnas toda vez que la diferencia fue de más de dos millones de votos.
Pero Petro no debe sentirse perdedor, en el sentir de quien aquí escribe esto es una gran victoria para él y su proyecto político porque logró sacar ocho millones de votos, que serán muy importantes para las elecciones regionales del próximo año y sin duda es una ganancia que Petro esté presente en el Senado de la República para hacer control político y siendo ese contrapeso efectivo que necesita el Ejecutivo y el mismo legislativo en su inmensa mayoría del Centro Democrático.
Ahora, al presidente electo le quedan una gran cantidad de retos muy importantes y entre ellos está el llamado a la unión y reconciliación del pueblo colombiano que tan polarizado se encuentra; este debe ser el presidente de 45 millones de colombianos, no solo de los diez millones que lo eligieron.
Deberá gobernar sin retrovisor y con la firme convicción de que este país debe salir de la desigualdad, la zozobra y la desesperanza en que se encuentra.
Otro de ellos es demostrar que, si es una verdadera renovación dentro de la política colombiana, debe mantenerse al margen del senador Álvaro Uribe y ser una figura independiente de los anteriores gobiernos para hacer historia.
Triunfó la democracia, Colombia ya decidió, bien o mal eso solo lo dirá el tiempo, pero triunfó la democracia y eso es lo que cuenta dentro de un estado social de derecho.
Por fin se acabó esta campaña llena de hostilidades y ataques, por fin las familias van a poder reunirse de nuevo sin necesidad de insultarse o alejarse por culpa de la política, por fin vamos a poder seguir siendo amigos a pesar de nuestras diferencias políticas.
¿Qué nos queda? Unión y reconciliación, debemos, como pueblo colombiano, mirar hacia el mismo norte; siendo activos y comprometidos con nuestra realidad como país.