En medio de la constante expectativa de quién va a ser el próximo presidente o presidenta del país, y mientras se va configurando poco a poco cómo va ser el tarjetón electoral del 27 de mayo, se van comenzando a ver tendencias en los candidatos presidenciales, en el cual se evidencian las fortalezas y debilidades de cada uno.
Pero más allá, algo que nos debería interesar a los colombianos es el direccionamiento que le están dando algunos aspirantes al debate presidencial, como es el caso del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, ya que en lugar de hacer promesas vagas o dedicarse a difamar a sus contrincantes electorales, se ha puesto en la tarea de elevar el debate a las ideas, a las propuestas y ojalá, según él, a los hechos, en caso de ser elegido presidente.
Y es que no es ningún secreto que Germán Vargas se propuso en los últimos meses encabezar un grupo bastante técnico de personas que tenían como misión realizar un paquete de más de 20 políticas públicas en temas estratégicos para la nación, con el objetivo de cambiarle la cara de manera positiva a Colombia.
Por lo mismo, fue este aspirante el que tomó la decisión de ser prácticamente el pionero en mostrarle al país sus propuestas – comenzó desde el mes de noviembre-, pero no como un decálogo de ideas abstractas y comunes como tal parece que han hecho algunos de sus rivales, sino desde la perspectiva de unas macro y micro estrategias, pilares, propuestas y reformas estructurales, que resultan muy innovadoras para el apalancamiento de algunos sectores nacionales.
En este orden, ya mostró las cartas a los colombianos en varios temas, como es el caso de la economía. Aquí propone ideas de amplio interés como reformar el sistema de protección para la vejez, modificar la ley de APP, adoptar la política integral de turismo, implementar una política de empleo para aumentar la formalización, incentivar el emprendimiento, entre otras.
De la misma manera, resulta de bastante interés lo que propone Germán Vargas en materia de seguridad, ya que se la piensa jugar por herramientas que van a conducir a una real disminución de la inseguridad, como lo es la judicialización efectiva, la lucha contra la reincidencia, reforzar la seguridad rural, el fortalecimiento de la seguridad por medio de las TIC, el combate contra el microtráfico, solo por poner algunos ejemplos.
Asimismo, en lo que respecta al tópico de vivienda, el candidato presidencial busca apalancar acciones tales como la creación del Programa Nacional de Gestión del Suelo Urbanizable, la ejecución del programa vivienda rural, obras concretas para el tratamiento de aguas residuales y atacar el problema de las basuras.
Por su parte, en lo que tiene relación con la infraestructura, se van a implementar 10 proyectos emblemáticos que serán de gran utilidad para el desarrollo del país, un número importante de corredores estratégicos y regionales en toda Colombia, se mejorarán varios aeropuertos, y como una de sus grandes apuestas, se modificarán las leyes que sean necesarias para que las construcciones de las obras sean transparentes y eficientes.
Claramente el paquete de iniciativas del exvicepresidente hasta el día de hoy también incluye una hoja de ruta concisa en lo que se va a hacer en los próximos cuatro años en el área de turismo, la salud, la justicia y por supuesto la política social, donde plantea una ambiciosa meta con la materialización del Ministerio de la Familia.
Por esto, invito a los lectores de esta columna y a mis conciudadanos a que no se dejen engañar con los juicios de valor que circulan y circularán en las redes sociales y en la plaza pública, en los que hay cientos de críticas y sesgos ideológicos, pero muy pocas propuestas. Más bien, quisiera que se le apostará a un candidato que ofrezca un veraz y realizable plan de proyectos y acciones que nos permitan avanzar y desarrollar todas nuestras regiones, razón por la cual quiero volver a recalcar que ese candidato que hasta hoy ha elevado el debate a las propuestas y a la mejora del país ha sido Germán Vargas Lleras.