Respuesta a la Política Económica para la Colombia Humana

Atendiendo a la obligación como ciudadano, la cual nos compete a todos los participantes en una democracia, y luego de haber leído al detalle la “Propuesta de una política económica para la Colombia humana”construida por el señor Gustavo Petro, debo reconocer que en algunos puntos coincido con el planteamiento.

Respaldo abiertamente la tecnificación del agro colombiano y la búsqueda de la inclusión de los sectores productivos que permitan mitigar los años de rezago tecnológico y social al cual las clases trabajadoras han sido sometidas. Hoy por hoy el debate está concentrado entre dos corrientes extremas llamadas comunismo o capitalismo, sin embargo no existen planteamientos sobre el posible modelo económico equitativo que responda preguntas de ambos lados.

Dicho lo anterior, mi exposición pretende contra – argumentar algunos apartes de la propuesta para la Colombia Humana, sobre los cuales tengo profundas diferencias. En primer lugar NO es cierto que “Colombia tenga una economía hoy semejante a la venezolana” los componentes más importantes para la constitución del PIB provienen de los establecimientos financieros que se llevan cerca del 20%, actividades de servicios sociales un 15%, comercio el 12% y luego vienen elementos como la construcción (8%), explotación de minas y canteras (8%), la industria aporta un 10.70%. En fin, el resumen es que Colombia es un país de servicios, donde el café solo aporta el 0.7% del PIB mientras la rama del agro representa el 12% aproximadamente.

En contraste con Venezuela, el país vecino indica que la actividad petrolera se lleva el 11% de la formación de capital, Manufactura por su parte contabiliza el 14%, construcción un 8% (hay semejanza), servicios inmobiliarios un 10%, y componentes como las instituciones financieras registran un 6%. Finalmente la clasificación “otros” se lleva un 34% donde la actividad agropecuaria solo aparece levemente y la actividad minera es casi inexistente.

Colombia no posee una economía semejante a Venezuela, nuestro país a pesar de las circunstancias aún presenta una renta de factores que no es perfecta pero permite la generación de capital, donde el salario es la renta por el trabajo. Venezuela es un país incongruente económicamente y la renta de factores está sujeta al presidente de turno, el cual quiere manipular la formación bruta de capital, acabando con el poder adquisitivo de los ciudadanos.

De otro lado, la oposición al ejercicio de la minería va en contravía de lo evidente. Colombia es un país donde el 22% de la inversión extranjera directa llega al sector petróleo, minas y canteras, seguido por las manufacturas que se llevan el 28% mientras servicios financieros y empresariales recogen el 15%. Es decir, Colombia es un país intensivo en el uso de recursos o activos bajo su administración y lo que se requiere con urgencia es precisamente una revisión al código minero al cual se opuso el señor Petro. Y es que no se puede satanizar la generación de riqueza y trabajo cuando las reglas de juego no están claramente definidas para el que practica la minería bajo los estándares legales. Restar importancia a la explotación minera, generaría más desplazamientos y repotenciaría la ilegalidad, eso no es una política seria donde el bien común prima sobre el individual.

Tampoco es cierto que “el modelo económico de Colombia sea basado en la casi mono exportación de petróleo y carbón”. En el último reporte del DANE (departamento nacional de planeación), las exportaciones de combustibles y de industrias extractivas se llevaron el 48%, manufacturas el 24%, productos agropecuarios, alimentos y bebidas contribuyó con un 22% y finalmente otros sectores el 6%, ¿de que mono exportación habla en su propuesta? ya que, es indudable una recomposición del portafolio de generación de ingresos vía exportaciones, y hacia eso, hacia potencializar las cosas positivas debe tender una propuesta económica seria.

Adam Smith, uno de los mayores teóricos de la economía clásica, habló de salario productivo y salario improductivo en su exposición (salario, ganancia y renta), luego, la historia llevaría a su planteamiento a convertirse en uno de los precursores de las teorías Marxistas donde se comenzó a hablar de explotación salarial y concentración de las fuentes de capital. Hablar de industrialización del latifundio, el cual se encarga de degradar las labores y el salario tiene sentido en un escenario de concentración, donde las políticas de restitución no tengan espacio o sean ineficientes. Pero después de leer el planteamiento del señor Petro, ¿hacia dónde va dirigida la política pos – acuerdo? y ¿cómo piensa contener lo que en algún momento la guerrilla tuvo bajo su control?

Por otra parte, la teoría general de Keynes, uno de los economistas más influyentes del siglo XX, habla de la relación existente entre la demanda, el empleo y los ingresos como respuesta a la depresión de inicios del siglo XX. Hoy hablamos de política fiscal (recaudos) gracias a él, y sus enseñanzas son plasmadas cada vez que se toman decisiones de control monetario en función del gasto y el impulso a la demanda. De esta manera las reformas tributarias siempre van a pretender financiar internamente lo que en ocasiones es no – financiable y que en el caso de la propuesta para la Colombia humana queda en el limbo la aplicación de una nueva reforma o la aceleración de la vigente.

Ahora bien, sobre la enfermedad holandesa, ésta se define como la concentración del ingreso de divisas a partir de las cúspides en la explotación de los recursos no renovables y generan pérdidas de empleos por concentración del capital, que ya no está destinado a otros sectores, además de la afectación de la tasa de cambio. El aumento de los precios del petróleo en consonancia tiene impactos importantes sobre las finanzas públicas de la nación al ser un activo de explotación nacional. En tal sentido y luego de la exposición en párrafos anteriores sobre el portafolio de generación de ingresos nacionales, hoy en día Colombia busca la vacuna contra la enfermedad, pero Venezuela es un enfermo terminal, razón adicional para argumentar las diferencias entre las economías.

Continuando con la revisión, una de las afirmaciones más preocupantes está asociada a “la generación de energías limpias basadas en el agua y el sol, Ecopetrol se reconvertirá a ser la mayor generadora de energía solar de América Latina” Existen estudios donde se establece que la generación de energías limpias, sin subsidios son inviables financieramente, es decir su rentabilidad es negativa, fundamentalmente porque los costos de producción están por encima de los precios de venta en Kw (kilovatio). Así, convertir a la caja operacional de la nación (Ecopetrol) en una compañía a la cual tengamos que subsidiar, simplemente se convierte en una idea sin sustento financiero.

No se pueden desconocer las transferencias de la minería a las finanzas de la nación, entonces ¿porque no apalancar la tecnificación del agro con la integración de los sectores productivos? ¿Por qué no contemplar beneficios tributarios, asociados a la inversión de parte de las utilidades antes de impuestos de las empresas multinacionales, en proyectos rurales? ¿Por qué se atiende siempre al discurso populista de agua o minería cuando la discusión es más a fondo? ¿Cuál es la razón para no reconocer un goverment take (tributación total) ajustado a la realidad de nuestra economía? Hasta el momento no identifico propuestas serias referentes a la gestión financiera de la nación.

Finalmente, para dejar de ser una economía “raquítica” como menciona el Señor Petro ¿dónde se encuentran las propuestas reales de inclusión financiera? donde todos como elementos del sistema sin distinción de clase social, participemos activamente en la economía, es decir sin distinciones. En Colombia la política del garrote y la zanahoria utilizada en épocas oscuras y traída de Europa, ya es de otro tiempo, por tanto una presidencia tecnócrata y democrática es lo que se requiere, sin discursos sectarios y planeación para las generaciones siguientes, a lo cual la propuesta de Petro se encuentra a muchos años de distancia.

 

Cibergrafía

  • https://gustavopetroblog.com/2017/08/24/una-politica-economica-para-la-colombia-humana/
  • http://www.dane.gov.co/

Oscar Manco López

Óscar es Ingeniero administrador de la Universidad Nacional, Master en Corporate Finance and Investment Banking, PhD en ciencias económicas de la universidad Paris – Est. Cuenta con estudios en International Financial Markets en London School of Economics (LSE) y Development en Paris School of economics (PSE), posee más de 10 años de experiencia liderando equipos multidisciplinarios de investigación y análisis financiero en Colombia y en el exterior, ha trabajado en el área de finanzas corporativas de empresas locales y multinacionales, y como docente de varias universidades del país en temas financieros y económicos. Actualmente dirige el equipo de Market Research y estructuración en Trust Investment SAS.