Los aires políticos por estos días han estado enfilando el inviable proyecto de una Antioquia independiente y Federal, especialmente por el actual conflicto sobre el corregimiento de Belén de Bajirá. Por supuesto que dicho proyecto tiene cierto apoyo de la opinión pública y el plan reposa sobre los intereses individuales de algunas figuras políticas como el Gobernador de Antioquia, pero contemplemos los argumentos por los cuales este propósito de talante nacionalista, no sería beneficioso ni favorable. Es prudente entonces, en primer lugar definir el concepto para luego adentrarnos en el análisis.
El federalismo (que muchos pregonan pero poco conocen) es una forma de organizar el poder político y a su vez, el Estado. Es un modelo donde se le da independencia y autonomía a cada una de las regiones locales (en este caso a las regiones antioqueñas). Cada nivel de gobierno, se caracteriza por la ausencia de una subordinación pero que en ultimas son autogobiernos locales que generan un gobierno compartido. Ahora bien, tomando esta breve descripción, recordemos ciertos elementos.
Primero, que este proyecto ya fracasó anteriormente eso si, bajo circunstancias muy diferentes en el siglo XIX, pero de igual forma, lo que la mayoría de los ciudadanos no logran distinguir es que Antioquia no es Medellín exclusivamente. El departamento estaría entre uno de los mas pobres si no fuese por la pujanza, productividad y eficiencia que detenta uno de los 125 municipios totales. Adicional a ello, Medellín es una de las ciudades más desiguales de Colombia como lo demuestra el índice de gini cerca al 0,5. Lo anterior implicaría que el sistema de trasferencias a los niveles locales estarían condicionados a lo que realmente Medellín les pueda brindar, y ya hemos observado como administraciones anteriores no han demostrado interés por la mayoría de la ruralidad antioqueña.
El afirmar que Antioquia por ser un departamento autosuficiente merece ser independiente bajo un modelo federal dejaría de lado otras problemáticas y variables coyunturales que vive el país y el mismo departamento, a saber: la corrupción. ¿Será que por ser independientes la corrupción y la desviación de recursos fiscales va a concluir? ¿Será que no tendremos que luchar con las mismas guerrillas pero con un ejercito local exageradamente menor al nacional? Y si así se quisiera, la preparación y establecimiento de un ejercito nos tomaría años.
El proyecto de la independencia antioqueña es un llamado al nacionalismo que tanto daño le ha hecho a la historia si analizamos casos como el Alemania, Kosovo y Yugoslavia. Es un llamado a la segregación, a alejarnos del problema real y dejar un país lesionado. Colombia necesita de Antioquia y Antioquia necesita de Colombia (especialmente en el ámbito militar) y no podemos acudir al aislamiento por creernos una raza superior, argumento que por cierto utilizó uno de los mas grandes tiranos del siglo XX.