Al Poniente conversó con Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá sobre la situación ambiental que vive Medellín y los otros 9 municipios que hacen parte del Valle.
¿Cuál es su percepción de la situación ambiental en el Valle de Aburrá?
El tema ambiental debe mirarse desde varios enfoques, hay que hacer una descontaminación integral del Valle a corto, mediano y largo plazo; que incluya temas como el agua, residuos, recursos naturales y el tema del aire. En relación con el aire tomamos una decisión desde la contingencia del año 2016 y fue entregar la información a la ciudadanía para que esta tenga clara la información
Hacer también una abstracción de la realidad, saber en qué momento estamos, hacia dónde vamos y de dónde venimos. La problemática de contaminación atmosférica es mundial, se está dando por el acelerado crecimiento urbano, en Colombia el 75% de la población vive en zona urbana y en Antioquia el 78%, y Medellín es una de las ciudades habitadas más densamente en el mundo. Entonces, en Medellín la ciudad es dispersa, estamos construyendo en las alturas, en fronteras y ello está causando problemáticas.
Ese crecimiento urbano trae de la mano crecimiento en las industrias, crecimiento en la construcción y crecimiento de la tasa de vehículos. En ese orden de ideas, hemos detectado retos complejos como gases efecto invernadero, ozono, y PM 2.5 y menores. Se ha venido trabajando fuerte en gases efecto invernadero y ozono; en gases PM2.5 la humanidad apenas está siendo consciente del tema. Hasta hace apenas diez años se hizo un pacto por la calidad del aire y se contempló apenas el PM 10, siendo el PM 2,5 algo que apenas se está implementando en el Área.
Ese reconocimiento de la ciudad en contraste con la realidad trae otras dos cosas que suceden tanto en el Valle como en cualquier ciudad del mundo y es, la ubicación geográfica de los territorios y el tema climatológico. La condición geográfica nos dice que los territorios que están en cadena de montañas son por lo general quienes padecen la problemática de la contaminación atmosférica. Único a eso, las condiciones climatológicas de vientos, velocidad de los vientos, presión, humedad, lluvias; inciden en la problemática y generan fenómenos como la inversión térmica que hace que una nube encapsule los contaminantes y se agrave la situación.
Es importante destacar del tema de contaminación que toda la problemática se agrava por las condiciones del territorio que contrario a un valle, es una cadena de montañas estrecha. En la década del ochenta se tenían en el Valle de Aburrá noventa mil vehículos mientras que hoy noventa mil vehículos son los que ingresan al año, hoy son más de 1.300.000 vehículos.
Se nos ha exigido desde la Alcaldía de Medellín propuestas a corto, mediano y largo plazo de qué vamos a hacer para enfrentar las contingencias y cómo evitarlas. Por ahora se discute el Plan de Descontaminación Integral del Valle.
Observando ciudades como Beijing, Santiago de Chile, Londres; encontramos medidas que han adoptado con vigilancia y acompañamiento de la ciudadanía para ir teniendo un mayor control. En esa medida, queremos presentar propuestas similares a la junta y a la ciudadanía para que estos a bien tengan la información a su disposición.
Dentro de los planes está también la continuación del pacto por la calidad del aire, este debe revisarse y renovarse. El aire lo respiramos todos y por ello, todos debemos hacer un compromiso para la mejora de la calidad.
El Plan de Ordenamiento Metropolitano desatará una discusión en el territorio y reajustara los usos del suelo, implementando medidas para el transporte de carga –que en su mayoría están funcionado a diésel-, trabajar también en el tema de las volquetas, el tema de las motos que hoy en tema de PM 2.5 y menores son el tercer mayor contaminante porque en los últimos años crecieron en un 400%; además vienen medidas de integración del transporte público, mejor calidad del combustible –aún no se tiene los tiempos de implementación pero se han ido programando visitas para ello-; en fin, se busca un acuerdo en el territorio con todos los actores. Sin duda alguna, y de forma respetuosa se debe hacer un estudio del parque automotor, de la antigüedad de este.
Otra estrategia importante está relacionada con los CDA, en el año anterior se lograron hacer revisiones de más de 58.000 vehículos y de ellos fueron devueltos el 46%, esto no puede ser y por esto lo que buscamos con los Centros de Diagnóstico Automotriz en un compromiso con el plan de mejoramiento; estaremos publicando a qué centro le devuelven más autos para que se haga un control social y se determine a dónde va o no va.
Desde la salud necesitamos identificar el qué está pasando con la salud del territorio y para ello hemos contratado con la Facultad de Salud Pública los efectos epidemiológicos del PM 2,5 y menores, y de contaminantes en el Valle de Aburrá.
¿Desconoce el Área Metropolitana el estudio de Elkin Martínez que asegura que en Medellín mueren 8 personas al día por enfermedades asociadas a la contaminación?
Ese estudio es del Área Metropolitana y Elkin Martínez y la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia nos ha acompañado. Hace diez años se dijo que debía hacer el estudio epidemiológico y aunque es valioso lo adelantado, no cumple con los principios de un estudio. Cuando tengamos el estudio epidemiológico lo sabremos con certeza.
Ahora, es muy importante el estudio, hay que hacerlo y cuando se tenga se mirará qué otros estudios hay en el mundo y que se ha hecho con ellos; miraremos también la metodología aceptada por la a OMS al ser esta una problemática mundial; también queremos hacer un análisis a partir de la metodología y finalmente, realizada la parte del estudio, que comience a actualizarse para saber qué necesita el territorio.
Entonces, en mi concepto no debemos quedarnos en si son ocho o nueve muertes, sino que hay una problemática de salud que debe atenderse y estamos en el control de ella. Hoy tenemos consejos metropolitanos ambientales, de movilidad, de gestión del riego; y llevamos el tema del aire dentro de la gestión del riego. También buscamos introducirnos en el contexto nacional y que desde allí nos acompañen en esta ruta.
Queda el tema de movilidad, cómo seguir integrando a quienes entran del Valle de Aburrá a diario a partir de transporte suburbano; se debe intervenir en el tema. Y cómo integrar el transporte público, cómo trabajara en el ingreso de vehículos híbridos, buses y motos eléctricas, fondos de reposición para los vehículos. Se debe migrar estableciendo qué modelos definitivamente no podrán cruzar por el Valle de Aburrá y qué soluciones alternativas hay.
Yo creo que la ciudad y el territorio acertó con el pacto por la calidad del aire en 2007, Ecopetrol fue valioso en bajar a 300 ppm y a 50 ppm de azufre en gasolina y en diésel; pero, se debieron haber tomado medidas complementarias y hacer seguimiento a estas medidas para que ese bajón que se dio en el momento fuera sostenido en el tiempo y no se diluyera como lamentablemente sucedió.
¿Hay grupos de la ciudad que toman esta emergencia ambiental para atacar políticamente a la administración?
Soy respetuoso porque lo que más respeto es la opinión, pero hay unas oposiciones que no se dan en los términos adecuados; sin embargo, hay opiniones muy buenas y de ella he rescatado propuestas extraordinarias. El tema es trabajar una neurolingüística del lenguaje hay que hacer una reconciliación desde el lenguaje, la ciudad la reconstruye la ciudadanía y en ese orden de ideas los invitamos a ser respetuosos en las opiniones y a ser propositivos en el planteamiento mirado desde la integralidad.
En el Área Metropolitana estamos dispuestos a recibirlos con una actitud de profundo respeto y la idea es que también haya respeto de parte de ellos hacia todos los sectores. No creer que un solo sector es responsable de la problemática, sino que todos.
Una alerta naranja es una alerta de recomendaciones a la ciudadanía, ojalá se adoptaran medidas voluntarias y no esperar a que el aire se convierta en algo mucho más nocivo.
Lo que pide el ciudadano nosotros lo valoramos, respetamos y comprendemos también su angustia. Por eso, el tema y la responsabilidad nuestra es presentar una propuesta integral para el corto y mediano plazo a la que se le pueda hacer seguimiento.
¿Cómo ayudar en la emergencia ambiental que tenemos?
A la ciudadanía le queremos entregar APPs que permitan saber cuántos kilómetros deberá desplazarse en un día y dependiendo de ese desplazamiento, qué usar y cómo contamina menos; dándole a los ciudadanos elementos para que sepan cómo pueden contribuir a la disminución de esta problemática.
No es maltratándonos, maldiciéndonos e insultándonos como se solucionará el problema, estamos en este problema por un modelo de ocupación de territorio y se debe dialogar para la solución de este. Es un compromiso el hacer seguimiento del <<hacia dónde vamos>>.