Estamos a horas de los comicios para elegir senadores y representantes, con la única novedad de la presencia formidable del Centro Democrático en una liza que le ha sido de muchas maneras desventajosa: el poder del gobierno en contra traducido en toda clase de prebendas, un Consejo Nacional Electoral ruin y torticero, propaganda política engañosa, destrucción de vallas publicitarias, en fin luchando contra toda suerte de porquerías.
Pero ahí ha estado el poder del pueblo respondiendo por multitudes en manifestaciones grandiosas, las redes sociales funcionando a toda marcha, dando cuenta tremenda de fervor en las encuestas, la juventud adueñada de la escena, con Álvaro Uribe Vélez, Fernando Londoño Hoyos, Paloma Valencia y Paola Holguín atizando el entusiasmo con sus verbos encendidos puestos en orden de batalla, como hacía años no se veía en esta república tan de opereta, en esta falsa democracia, carente de prensa responsable, donde en general los políticos profesionales se pusieron del lado de aquel señor llamado con dinero, llegue de donde llegare.
El presidente Santos se apresta a recibir la primera paliza este 9 de marzo: las familias de militares y policías ya empuñan sus cédulas para cobrar las humillaciones inferidas, los damnificados de Gramalote, los antioqueños y chocoanos engañados con unas obras públicas en veremos, los que esperan las casas gratis, casas en el aire, los pensionados maltratados con mugres incrementos pensionales, los profesionales sin empleo y sin recursos para adelantar emprendimientos, los que mitigan la existencia en los semáforos, las víctimas de la inseguridad en calles y veredas, los caucanos atormentados por las guerrillas.
El ambiente y las realidades son propicios para darle una vuelta canela a la composición del Congreso y eso es responsabilidad de todos por encima de las presiones oficiales, de alcaldes y gobernadores con candidatos propios y de la compra venta de votos. El presidente, gobernadores y alcaldes han hecho de las elecciones una pantomima funesta, con delictuoso compromiso de recursos públicos.
Entonces llegó la hora de optar por el Centro Democrático, por sus listas de candidatos, sin reparar que allí haya tal cual personajillo insignificante o dañino. Es el respaldo apoteósico que merece la cruzada que libra por la Patria Álvaro Uribe Vélez, el caudillo, el estadista, el amigo, el guardián insomne de la heredad.
Tiro al aire: El
partido de la U no es el partido de Álvaro Uribe Vélez, su partido y el nuestro es el Centro Democrático.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2013/07/Francisco.jpg[/author_image] [author_info]Francisco Galvis Ramos Abogado y comentarista en internet. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]
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