De acuerdo con la Investigación Nacional de Salarios llevada a cabo por el Acrip, a medida que el desempleo aumenta se tornan más difíciles las condiciones de trabajo para los nuevos empleados.
De acuerdo con la investigación, es factible que el próximo año resulte mucho más difícil para los trabajadores dejar su empleo en busca de mejores oportunidades, salarios y beneficios; ello ya que, según Lorenzo Ruiz, director de la Investigación Nacional de Salarios de Acrip, las personas que ya se encuentran empleadas mantienen sus condiciones laborales mientras que quienes migran tendrán condiciones más desfavorables.
La explicación para dicha afirmación puede observarse en el sector petrolero; en este el desplome de los precios internacionales durante los últimos dos años llevó a que las firmas petroleras recortaran gastos y en consecuencia, despidieran a cientos de sus empleados. Adicionalmente, quienes lograron mantenerse en la firma tras el recorte mantuvieron condiciones laborales similares e incluso salarios y beneficios laborales mucho más atractivos.
Ruiz explicó además que a medida que aumenta el nivel de personas desocupadas, la sobreoferta de trabajadores influye en la disminución de salarios, haciendo así que el desempleo sea más manejable a costa de condiciones menos favorables.
Sin embargo, a nivel general se afirma que los salarios seguirán aumentando en la medida que no todas las personas se quedaran desempleadas y no todas están dispuestas a aceptar un trabajo con condiciones más desfavorables que el anterior. Adicionalmente del estudio puede deducirse que los empleados ya contratados recibirán aumentos en su mayoría moderados y acordes con el nivel de inflación; contrario a lo que venía ocurriendo en los últimos años en los que el promedio salarial aumentaba uno o dos puntos por encima del costo de vida.
Finalmente, Acrip proyecta que para el año siguiente el nivel general de salarios aumente en 7,83%, bajo el supuesto de que el salario mínimo suba un 8,3% y la inflación cierre el año en 7,5%