La verdad sea dicha, la tan promocionada reforma a la salud, en la práctica no ha trascendido de ser una sumatoria de buenos deseos, y una lirica por parte del ministro que lo único que ha realizado es una revisión de los medicamentos contenidos en los planes de salud, y un relativo control de precios a algunos medicamentos requeridos para lo que se conoce como enfermedades catastróficas.
Este modelo de salud, conocido como ley 100, implementado por el entonces senador Álvaro Uribe Vélez, copiado del modelo de Pinochet en Chile, bajo el canto de sirena de aumento en la cobertura, lo único que permitió, fue el enriquecimiento desmesurado de las EPS, convertidas en entidades con ánimo de lucro desvergonzado por el espoliamiento en la precaria salud de todos los colombianos.
La tan cacareada reforma, no pasa de ser un mero retoque estético para disfrazar algunas deficiencias del modelo vigente, pero los verdaderos problemas estructurales, no son abordados de manera alguna por el actual gobierno.
El diario el Espectador denuncia en su edición del Viernes 7 de los corrientes que en 14 meses, fallecieron 319 pacientes, por negligencias en la prestación de servicios, investigación que realiza la personería de Bogotá a las EPS Caprecon, Capital Salud y Unicajas.
Las deudas actuales de las EPS con las clínicas y hospitales de todo el país asciende a más de dos billones de pesos, que mantienen a la mayoría de estas instituciones al borde del colapso, por la manera tan descarada para pagar los servicios que prestan la red de clínicas y hospitales.
Basta recordar que solo Saludcoop, defraudo en más de un billón y medio de pesos al sector de la salud, mediante prácticas del más refinado sistema de robo de cuello blanco, al facturar de manera fraudulenta servicios no prestados o sobrefacturar otros de la manera más cínica y descarada.
El modelo actual ha hecho crisis en Colombia y el estado está en mora de aplicar correctivos de fondo, realizando una revisión a fondo del mismo
Modelos verdaderamente eficaces respecto a una salud pública integral son los adoptados por países como Brasil y Costa Rica, en donde están asociados a este, aspectos sociales como, el agua potable, viviendas decorosas, educación y un mejoramiento en la capacidad adquisitiva.
Otro aspecto que debe ser revisado son las posibilidades de producir o comprar medicamentos genéricos que puedan estar al alcance de los usuarios y de la red de salud de nuestro país, pues los precios de las grandes multinacionales a medicamentos para algunas enfermedades catastróficas superan cualquier posibilidad de acceso para la población de clase media o pobre del país.
Para ilustrar este ultimo aspecto basta referir la expresión del consejero delegado de la multinacional Bayer, Marijn Dekkers, quien refiriéndose a los medicamentos para tratar el cáncer, el VIH y la diabetes, manifestó” NO CREAMOS MEDICAMENTOS PARA INDIOS, SINO PARA QUIENES PUEDEN PAGARLOS”.
La desfachatez de esta afirmación obligó a retractarse públicamente, pero es un reflejo de la real mentalidad y animo comercial que motiva a la industria farmacéutica en el mundo.
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