Los británicos enfrentan el próximo 23 de junio un referendo crucial para su futuro.
Ese día deberán decidir sobre una pregunta que muchos pensaban que nunca tendrían la posibilidad de responder: si Reino Unido debe seguir siendo parte o no de la Unión Europea (UE).
Nunca antes un país miembro ha abandonado esta unión política y económica de 28 países que, desde sus inicios, no ha hecho más que expandirse.
La salida del Reino Unido sería interpretada como un duro golpe al proyecto europeo, en cuyos orígenes estuvo la idea de evitar otra gran guerra en el continente tras el desangramiento que supuso la Segunda Guerra Mundial.
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