En defensa del periodismo

Se escuchan voces al unísono y se leen escritos en mayúscula sostenida, deambulando en redes, diciendo que el periodismo está en declive, acusando la labor periodística y blasfemando sobre la actividad. Y claro, hay una crisis notable, palpable y que provoca descontento en sectores de la sociedad, pero en esta ocasión, me pongo del lado de este oficio, del lado de los periodistas responsables y que a diario creen en este cuento y lo hacen con pasión y ética.

Hay labores periodísticas que están limitadas a lo que condicione o designe el medio o la empresa informativa. En distintas situaciones poco importa la posición del profesional, y por ejemplo se exige desde el medio hacia el periodista, cantidad y no calidad, prontitud, confundiéndose con ligereza y peor sin confrontar, todo esto, sumido en lo más lejano de la veracidad. En este aspecto por supuesto, hay un problema desde el medio, el cual cohíbe y no moldea la acción del periodista.

En la viña del periodismo hay de todo: buenos periodistas, no tan buenos, profesionales, apasionados, quienes ven esto como una opción de lucro o renombre a costa de su propia ética o en contra de la ética o moral de los demás, responsables, conocedores del objeto del periodismo o simplemente quienes hacen periodismo por hobbie o por mera suerte, -porque entre otras, también hay que tener mucha suerte para poder vivir del periodismo-.

Criticar destructivamente la labor periodística es sencillo. Y no excluyo los problemas que en los medios se acrecientan y que por ende se hacen más visibles diariamente para el público, además, porque los retos a superar son muchos, uno de ellos lo enuncié en mi anterior columna, Y que los medios de comunicación alternativos aprovechen a hacer periodismo”. A favor, llegan nuevos periodistas, recién graduados u otros que poco acceso tienen a las empresas informativas y que buscan llegar en algún momento, sólo es que se les de una oportunidad. Esto permite que el legado del buen periodismo tenga futuro.

El periodismo tiene –además- en contra que cualquier disciplina, profesional de distintas áreas o empirismo lo evalúa y sobre todo lo hace. Hacer periodismo –en la práctica y en el contexto actual- no es tan limitado como lo es practicar el derecho, la ingeniería, el trabajo social, la sociología o la maternidad de gallinas, porque se considera en diversas oportunidades, que el periodismo es una simple opinadera –no como un género periodístico- o tener un blog o espacio en algún medio. El problema de fondo, es la diferencia entre eso que señalé y el periodismo real, enfocado a informar y construir realidad.

Así como hay medios de comunicación que están permeados por el poder económico o político, también hay otros que practican con responsabilidad y respeto su quehacer. Medios de comunicación y periodistas que entienden que deben regular el poder. El periodismo debe ser nutrido de distintas vertientes, percepciones, áreas de conocimiento, experiencias, posiciones, pero no delimitado a un solo factor. La opinión es nutritiva para crear conciencia, pero debe buscarse la información. Y así, como hay distintas críticas y problemáticas, también hay buen periodismo, marginado de la élite, pero que a diario construye realidad desde la información, y por eso esta vez, escribo en defensa del periodismo.

Jorge Andrés Rico Zapata

Comunicador Social – Periodista de la FUNLAM. Magíster en Estudios Políticos de la Universidad Pontificia Bolivariana. Diplomado en Seguridad y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra. Seguidor de la academia, la comunicación, los medios de comunicación, la política, el periodismo y la literatura.

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