A pesar de la renuncia de Quintero, sería ingenuo pensar que no sigue dando línea en la alcaldía de Medellín mientras está en la calle haciendo campaña por su candidato. No hacen falta palabras para entender la falta de ética que impera en la administración pública en nuestra ciudad.
Pero más allá de eso, el legado que deja este periodo de malos manejos, son un retroceso de 10 años en calidad de vida, así como una seguridad deteriorada con incrementos en delitos como los hurtos (36%) y extorsión (165%), y una cogobernanza criminal en los barrios de Medellín, con estructuras delincuenciales robustas porque se renunció a perseguir las rentas y dineros ilícitos; una niñez abandonada con un 9,8% de tasa de desnutrición infantil, mientras abundan los escándalos en la Secretaría de Educación, Buen Comienzo y hay menos cobertura a la primera infancia pese a haber tenido más recursos que administraciones anteriores; una desgobernanza corporativa en EPM, dejando en vilo proyectos de gran envergadura como Hidroituango, y una relación resquebrajada entre el sector público y el sector privado, de cuenta de un discurso disociador contra los empresarios de la ciudad.
Esta actual administración ha invertido muchos millones de pesos publicitando unos supuestos resultados, pero lo cierto es que hoy hay 1.062.812 personas en condición de pobreza monetaria, casi 800 mil más que hace 4 años; la deserción escolar más alta en Medellín en los últimos 11 años y 95% de los colegios de la ciudad con fallas de infraestructura ¿Por qué no invirtieron los recursos en mejorar la vida de la gente en vez de engañar a la ciudadanía con publicidad falsa?
Son por estas razones que las elecciones de este 29 de octubre son de una gran trascendencia, pues es la oportunidad que tenemos los ciudadanos de retomar el rumbo y volver a encontrar nuestro cause como sociedad; evidentemente el liderazgo que hoy necesitamos para esta ardua tarea es el de Federico Gutiérrez, pues en el pasado reciente demostró tener la capacidad de gobernar a Medellín con eficiencia, efectividad y generando bienestar entre los habitantes, y muestra de eso es la confianza que tenía la gente en las entidades del conglomerado público, pues instituciones como el INDER pasaron a tener una imagen favorable del 96% bajo la administración de Gutiérrez, al 82% bajo la actual, y lo mismo ocurre con otras como Telemedellín que pasó del 94% al 72%, EPM del 90% al 72%, Metrosalud del 76% al 62% y Ruta N del 91% al 72%. La lectura es clara, con Fico había confianza en la institucionalidad.
Pero Federico Gutiérrez necesita una dupla en la Gobernación de Antioquia para poder sacar adelante las grandes obras que necesitamos en todo el territorio, un socio para poder marcar una hoja de ruta clara y coherente, y esa persona es Andrés Julián Rendón, quien ya le ha demostrado a los antioqueños que tiene capacidad y talante para gobernar con pulcritud.
Esa dupla es necesaria para que a Medellín y a Antioquia les vaya bien, y ellos a su vez necesitan corporados con compromiso e independencia para ampliar la capacidad de gestión que tienen tanto el distrito como el departamento, y por esa razón, invito a votar por las listas del Centro Democrático a Concejo y Asamblea, con especial énfasis en Juliana Hernández (CD#3) joven comprometida desde hace años con el progreso y la democracia en Medellín, y Gregorio Orjuela (CD53), quien con su visión de seguridad integral, le podrá aportar mucho a Andrés Julián y a Antioquia.
En estas elecciones no nos podemos volver a equivocar, porque con la experiencia que aún padecemos, se ha demostrado que destruir es muy fácil mientras que construir cada peldaño hacia la sociedad que queremos y merecemos ser, cuesta, es difícil y demorado. Este 29 de octubre tenemos la oportunidad para revocar de una vez y por todas los malos gobiernos y darle la bienvenida a la esperanza.
Todas las columnas del autor en este enlace: Carlos Ríos Puerta
Comentar