El tema es para generar polémica. Se olvida la historia nacional. No hay la suficiente retentiva para guardar tantos acontecimientos producidos por los que han transformado la mentalidad de la constitución política del país. Olvidan con frecuencia los viajes de Simón Bolívar pasando por Jamaica. Abelardo Forero Benavidez y Ramón de Zubiría tenían presente el futuro del país, los escuchamos en el pasado en el presente. Nadie los recuerda. Nadie propone regresar a los temas del pasado para entender el futuro que nos depara la propia sociedad que teje su destino.
El año 1830 fue la hecatombe para la Gran Colombia, buena parte del sur se consolidó en Ecuador y casi nadie lo tiene presente, los muchos venezolanos que ayudaron a la independencia y la división bipartidista promovida por el destacado vicepresidente General Santander. No son 200 años los que han permanecido las oligarquías en el poder de Colombia. Más bien, hemos estado 200 años en la patria boba, en una nación sin poder consolidar lo mínimo que es su constitución política. No son 200 años de oligarquías en el poder, más bien partidos políticos, que han sabido manejar los presupuestos nacionales.
Cuando aparecen Manuel Marulanda y Jacobo Arenas en el panorama nacional, cambiaron el enfoque de la clase política, se dieron cuenta que no estaban solos después del periodo del frente nacional. Los Elenos incrementaron otra estrategia social y aparecieron varios grupos con ideologías políticas que se apropiaron de los discursos a nivel internacional venidos de los países latinoamericanos como Uruguay, Argentina, Chile, Nicaragua y El Salvador. Fueron modelos generados desde movimientos llegados de Francia de 1968.
Es terrible lo que ha vivido Colombia con los que se denominaron los Refundadores de la patria, no escribimos nombres, no hacemos otros comentarios por ser un tema tan tratado, reiterado y analizado en los últimos 12 años. Hemos perdido los mejores años de un país descuadernado por diferentes aparatos ideológicos que no son propiamente desde hace 200 años. Seguimos contemplando la necesidad de consultar la historia nacional, para poder diseñar el futuro posible, de una nación que está destinada a ser contemplada, al lado de otras naciones vecinas y respetada por otros países del Continente.
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