Una nueva revolución industrial

Existen muchas tecnologías que los científicos e ingenieros están creando en la actualidad que reciben atención de los medios masivos de comunicación gracias a sus características prometedoras, pero muchos otros desarrollos que cambiarán nuestras vidas y que ya están siendo planeados o probados pasan desapercibidos por la mayor parte de la sociedad, aunque llegará el momento en que se masifiquen y transformen nuestra realidad.

La realidad virtual por ejemplo, existe desde hace décadas y aún nos parece a muchos un invento distante y poco práctico, con utilidad para asuntos muy específicos en el entretenimiento y la educación. Sin embargo, la realidad aumentada, un concepto similar, puede tener mucho más futuro. La realidad aumentada nos permite percibir en el mundo real objetos virtuales a través de aparatos como celulares, tablets o gafas. Las aplicaciones de esta teoría pueden ser mucho más útiles que las de la realidad virtual como la hemos entendido tradicionalmente.

Otras tecnologías de reciente desarrollo comparten con la realidad aumentada un aspecto clave: la integración del mundo real con el mundo virtual como no la habíamos presenciado nunca antes. Este es el caso de las impresiones en 3D que nos permitirán crear objetos materiales a partir de diseños en nuestro propio hogar. También es el caso del “internet of things” que integra elementos desde neveras hasta tenedores y cuchillos a internet, de la inteligencia artificial, los automóviles sin conductor, entre otros.

Este aspecto común recibió la atención del Foro Económico Mundial realizado en Suiza hace aproximadamente un mes. De acuerdo a Klaus Schwab, fundador del foro, “Estamos al borde de una revolución tecnológica que alterará fundamentalmente las maneras en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás”. Mr. Schwab explica que la eliminación de las barreras entre el mundo físico y el virtual, y la integración de lo electrónico y lo biológico son las características más importantes de lo que llaman la Cuarta Revolución Industrial.

Aunque muchos todavía piensan que invenciones como los smartphones y las redes sociales son las últimas tecnologías disponibles, el Foro Económico Mundial nos reveló que dichas invenciones son parte de la Tercera Revolución Industrial, caracterizada por la innovación en electrónica y tecnologías de la información. Las que vienen, incluyendo mayores aplicaciones de la ingeniería genética, la neuroprogramación, los exosqueletos y la inteligencia artificial entre muchas otras, son parte de la Cuarta Revolución Industrial. Esta revolución será mucho más rápida, y llevará invenciones de la revolución anterior a muchas más áreas de la vida en las que tendrán impactos significativos.

Predecir el futuro siempre es una tarea difícil: hace diez años los futurólogos nos contaban que robots humanoides y autónomos estarían en las calles trabajando para nosotros y jugando futbol con humanos; y aunque la robótica sí ha progresado bastante, ese escenario parece improbable. Sin embargo, la barrera que separa el mundo virtual del real se ha empezado a caer y nosotros somos la generación que experimentará el cambio.

 

Autor: José Miguel Arias Mejía

 

Editor

Editor general de Al Poniente. El contenido de esta columna es de propiedad de su autor, y no necesariamente refleja las opiniones del equipo editorial de Al Poniente.

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