Rionegro una ciudad que busca la sostenibilidad ambiental.

Rionegro es uno de los municipios del oriente antioqueño con mayor expansión en los últimos años con una tasa de crecimiento urbana de 2.28% anual, lo que ha venido cambiando algunos paradigmas, al convertirse de una zona rural y con economías en base agrícola a una ciudad que comienza a concentrar nuevas y variadas industrias, al tiempo que se expande para acoger a más habitantes.

Para el 2020 este municipio proyecta según el DANE tener una población en la zona urbana superior a los 85.000 habitantes, en tanto las áreas rurales concentrarían 48.000 personas, pero dichas cifras distan mucho contrastadas con otras fuentes, donde queda claro que esa proyección ya se sobre paso.

Con un claro proceso de urbanización Rionegro según otras fuentes como el número de suscripciones a la empresa de acueducto se estima que tiene una población en la cabecera municipal 101.000 y 124.000 en la zona rural, lo que representa un gran desafío, equilibrar su crecimiento urbano con la sostenibilidad ambiental, para que la ciudad que comienza a crecer no caiga en errores del pasado de las ciudades del siglo XX.

Rionegro que se ubica en el Valle de San Nicolás y es para muchos, parte de la nueva ciudad región o ciudad dispersa, la cual ha visto como a su territorio llegan más habitantes con alto poder adquisitivo a vivir y descansar de la metrópoli donde se trabaja cotidianamente.

Esta expansión no es ninguna novedad, ya que muchas otras ciudades del mundo tienen tendencia de convertirse en suburbios alejados de las urbes, estas zonas sirven como ciudades dormitorios, pero esto no hace ajeno que algunas problemáticas comiencen a trasladarse con la población que empieza habitar los territorios.

El crecimiento de nuevas zonas de descanso para la población con más ingresos, trae consigo una alteración de los entornos, no solo sociales y económicos sino también ambientales, las casas y fincas de recreo o descanso han venido desplazando la fauna silvestre de la zona al tiempo que se ejerce presión sobre recursos como el agua que pueden verse afectados por la tala de bosques para dar lugar a nuevas propiedades.

La zona occidental de Rionegro, es la región donde nacen buena parte de sus afluentes hídricos, desde el sistema montañoso que sirve también como barrera natural entre el Valle de San Nicolás donde se asienta Rionegro y otros municipios del oriente antioqueño y el Valle de Aburra donde se encuentra Medellín y su área metropolitana.

¿Por qué es importante Rionegro a nivel ambiental?

Al ser una zona con gran riqueza hídrica algunos de sus ríos nutren de agua a embalses de la Fé y Piedras Blancas mediante trasvase, los cuales abastecen en un 30% el acueducto de Medellín y su área metropolitana, pero también la cuenca del río Negro surte de agua al sistema interconectado de embalses del Peñol y Guatapé.

La afectación de las zonas boscosas del municipio, sin duda alguna tendrían un fuerte impacto no solo a nivel local sino a nivel regional y nacional, ya que la deforestación en exceso terminaría indudablemente afectando la producción hídrica, este es uno de los elementos de importancia de la conservación ambiental del municipio, para su sostenibilidad como ciudad región en las próximas décadas.

Pero la deforestación trae consigo otros problemas, la contaminación del aire esta normalmente ligada con las industrias y el aumento del parque automotor, Rionegro como un polo de desarrollo de industria ve al aumento de contaminantes en su aire, al tiempo que los cultivos de flores, de gran importancia en el desarrollo rural, contribuyen con plaguicidas que afectan los suelos y en algunos casos el aire.

Rionegro ciudad región sostenible

La ciudad de Rionegro tiene como reto conservar en un futuro su riqueza ambiental, la cual está amenazada en la actualidad por los intereses particulares de constructoras que buscan generar grandes ganancias en detrimento de la sostenibilidad de toda la región.

Será una labor ardua equilibrar los intereses particulares con los globales, la ciudad tiene dentro de su actual POT vigente énfasis en buscar un desarrollo que sea beneficio para sus ciudadanos, pero será en estos últimos donde recaerá la tarea de guiar a su lideres para que la ciudad tenga un futuro como una ciudad verde.

El cuidado de sus suelos, fuentes hídricas, manejo de desechos sólidos y conservación del aire son labores arduas, que en muchos casos están estipuladas dentro de sus planes de desarrollo o de educación ambiental, documentos que son públicos y deben ser conocidos por los ciudadanos.

Esto con la finalidad de que cada rionegrero/a puedan ayudar y guiar en la conservación de sus riquezas, el desarrollo no es malo per se, pero la negación a controlar la explotación excesiva de los territorios, sea por industria o como suburbio de descanso de las clases pudientes, terminara llevando a la ciudad a cometer los mismos errores de las grandes urbes.

El futuro no es más que una cadena de acciones del presente donde cada acto tendrá inevitablemente una consecuencia positiva o negativa, seguir el camino que se está recorriendo hasta el momento podrá generar grandes cantidades de riqueza a mediano plazo, pero se sacrificará la supervivencia de la naciente ciudad en el futuro lejano.

 

 

Mauricio Gil Arboleda

Soy sociólogo de la Universidad de Antioquia con fuerte inclinación por las tecnologías en el desarrollo social, amante del análisis de la moda y la sexualidad, con gusto por la música, especialmente esa que es poco escuchada en occidente y con intereses en la geopolítica de Asia en América Latina.