Retos y responsabilidades de los medios de comunicación en el posconflicto

Los medios de comunicación se rigen bajo tres premisas: informar, educar y entretener, aunque ahora vemos más de lo primero y lo último, que de lo segundo. El sensacionalismo y las malas noticias ocupan la agenda informativa, dejando de lado ese componente formativo, que bien es compromiso de los medios.

Al hablar de retos y responsabilidades de los medios en el marco del posconflicto, esta premisa del periodismo debe cobrar vida y ser la bandera de la paz, para dar paso a esos sujetos, que decidieron dejar las armas y el adjetivo de guerrilleros para convertirse en ciudadanos, así como el de las víctimas.

La pedagogía de los medios debe partir del periodista, el que decide qué contar, cómo contarlo y cómo difundirlo.  Volver a la reportería, compartir con la gente, ser un protagonista activo de las relaciones, un mediador que cree metodologías de enseñanza y  experiencias donde se promueva la cultura.

En Medellín, el compromiso parte desde diversos medios, en el caso de la televisión pública como lo es Telemedellín, su gerente Cristian Cartagena, afirma que, “el eje de la pedagogía de los medios en el contexto del posconflicto, es la cultura ciudadana sobre la legalidad y el respeto por el otro, además de construir una televisión pública formativa, desde los territorios y con la gente, sin alimentar los odios y promoviendo la equidad, con el fin de que las diversas instituciones se comprometan con la cultura de la paz”.

Cartagena resalta también la importancia de  establecer alianzas con diversos medios y colectivos, creando espacios, como “Telemedellín académico” y “Telemedellín comunitario”, con el objetivo de transmitir por radio y televisión aquellas creaciones de estos medios, que le apuestan a la transformación y la cultura ciudadana.

Para Juan Guillermo Montoya, director de Caracol Radio en Medellín, el reto es “formarse y creer en el periodismo como generador de sociedad y constructor de valores desde el civismo, crear nuevas realidades resaltando los actos positivos de la paz, a través de la buena información y el buen periodismo”.

A pesar de que los medios están en la mira de los grupos ilegales, así como de intereses de privados y posturas políticas, lo importante  no  es qué dijo Santos y qué twitteó Uribe, hay que darle sentido a esas historias de vida que cualquier víctima o victimario puede contar. Como dijo Juan Carlos Higuita, director de RCN Radio en Medellín, “Nos tocará tragarnos sapos enteros para entender que los actores tienen algo bueno qué narrar… Necesitamos entonces un proceso de paz para abrir los ojos”.

Ahora bien, todo este proceso de inclusión y lucha por la formación de oyentes, lectores y televidentes, se debe concentrar en formar buenos periodistas y que así como la inequidad es latente en la sociedad y se debe intervenir, también los medios deben organizarse y ser equitativos en sus premisas, porque no solo es entretener e informar, la gente está demandando medios que vayan más allá, que eduquen y formen ciudadanos.

Alejandra Mejía Bedoya

Estudiante de comunicación social de la Fundación Universitaria Luis Amigó. Apasionada por la literatura y el periodismo, con espíritu travieso (NATUSAN).
Creo en lo imposible porque de lo posible ya se ha hablado demasiado.

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