Pragmatismo de la moral progresista: Una respuesta a lo que sucede en Colombia y Latinoamérica

¿Razón o estrategia?

A razón de los recientes cambios de posturas tan rápidos y pragmáticos de los sectores «progresistas» en Colombia y generalmente en Latinoamérica, vale la pena resaltar su infalible talento mediático y nutrición «popular». No hace mucho se rasgaban las vestiduras por los niños dentro del marco del conflicto armado, mientras por otro lado, aplaudían los alcances políticos de sus reclutadores y principales violadores de derechos humanos post acuerdo de paz firmado en la Habana Cuba, otro bastión de violaciones de DDHH.

Este pragmatismo moral permitió sacar un descontento en toda la población medianamente informada de lo popular en los medios de comunicación. Este aparentemente espontaneo “descontento” me dejó reflexionando sobre los centenares de personas que dice estar exentos de alguna ideología, cosa que es totalmente equivocada, a mi juicio todas las personas además de ser influenciadas por ideas, también son los receptores de información banal difundida en redes, por artistas, líderes de opinión y todo actor que pueda tener una mínima injerencia en la opinión pública, en este momento exacto se me viene a la mente una frase valiosísima del teórico marxista Antonio Gramsci que decía: «La conquista del poder cultural es previa a la del poder político, y esto se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados ‘orgánicos’ infiltrados en todos los medios de comunicación, expresión y universitarios”. He aquí donde tenemos un punto claro del trabajo ideológico patentado ya hace varios años por la izquierda, creando un régimen moral e ideal común entre los ciudadanos, dándoles un tono tanto popular como elitista, cosa que provoca que sus ideas no admitan prueba en contra, obligándolos a mantener una posición firme de su narrativa, haciéndoles poseedores de la verdad y de la moral, muy importante poseer lo segundo. No sé trata de un caso nuevo, se trata de una vertiente de ideas que tienen como principal función apelar al sentimiento y apoderarse de la cultura, este método me parece en tanto frívolo una eminencia incomparable con alguna otra estrategia política conocida antes. Método producto obviamente de una de las más brillantes mentes que ha logrado producir el marxismo. Lograron entender que las personas son más sentimentales que racionales, que es más importante controlar las ideas que controlar el poder político, siendo este control ideológico también un poder mismo, aunque muchas personas se muestren agnósticas, a mi juicio el poder de la comunicación tanto en la academia, películas, emisoras, noticieros, salones de clases, pronunciamientos de artistas y de cualquier figura pública en general, representa en cierto grado una influencia sobre algún tipo de idea que a la larga se hace muy popular la sociedad.

La razón principal de este análisis es demostrar lo que realmente le importa a estos «luchadores Sociales», intentaré dejar al desnudo la real y única destreza que he podido encontrar en sectores Progresistas, desde seguidores hasta vanguardias.

No hace mucho tenían una sobreexplotada indignación sobre la lamentable quema del bosque de amazonas, se notó un mediano apoyo popular a consignas como «No es Fuego es Capitalismo» y «Bolsonaro fascista», todas estas consignas se acallaron cuando en ese momento salió a la luz para la opinión pública la ley 741 promulgada por el presidente progresista Evo Morales, hoy refugiado en México en razón de haber escapado de su país tras el estruendoso fraude electoral, sin embargo la izquierda ambientalista y democrática no solo calló con un silencio cómplice en este caso fortuito, sino que lleva callada varios años, según el periódico Boliviano ´Pagina Siete´, Evo morales aprobó en 13 años al menos cuatro leyes que afectan los bosques y las tierras directamente, A pesar del nulo pronunciamiento de los líderes de opinión de corte mayoritario progresista, es prudente no solo alzar la voz en este caso particular, si no que a mi juicio es una obligación moral denunciar estos datos de detracción política antes de que sea verdaderamente tarde, si no lo es ya. No hablo de algo extranjero o ajeno que no nos concierne, hemos vivido en un país al lado de los constantes daños ambientales provocados por grupos extremistas de izquierda, (ELN y las FARC). Según la Asociación Colombiana de Petróleo en una publicación de revista semana publicada este año: “en las últimas tres décadas se han derramado 4,1 millones de barriles de petróleo por ataques a los oleoductos.”, asegura el medio informativo, estas pérdidas ambientales parecen pasar por un tipo de “filtro” a la hora de indignar a la progresía, más adelante del presente artículo relataré la posible razón de este fenómeno.

Más recientemente se volcó el país a una indignación que es totalmente aceptable, hablo de la muerte de niños víctimas de la guerra, cabe aclarar que en ningún caso preveo justificar la muerte de niños y menos de maneras tan alarmantes, es algo lamentable, sin embargo se hicieron oír fuertemente voces desde el congreso, desde las calles y desde líderes de opinión obviamente progresistas. Aprovecho la oportunidad para lamentar la forma tan oportunista y caprichosa con que los actores políticos usaron la muerte de niños como plataforma electoral y me siento en obligación de resaltar que los políticos no nos ven como personas, nos ven como votos, no ven humanos ven activos electorales, posterior a esta tragedia, el partido de gobierno pretendía hacer una reforma constitucional al artículo 44 de la constitución política de Colombia, en dicha reforma estaría establecido que los delitos sexuales a menores no estaría dentro de los beneficios de la justicia transicional aunque los insurgentes se acojan a un proceso de paz, argumentando que los delitos sexuales no deben ser juzgados por conexidad (a delitos políticos), más bien según lo establecido en las disposiciones del código penal colombiano. No es difícil notar el aprieto en el que terminó los sectores de izquierda, era una situación donde verdaderamente le tocó decidir entre su fidelidad ideológica al socialismo o mantener sus consignas de “Piensen en los niños”. Obviamente decidieron en favor de su filial socialista y en defensa de los violadores, con argumentos un poco desaforados como el del senador del partido Verde Iván Marulanda que manifestó que se retiraba él y su bancada de la discusión democrática y de la votación, a razón de que esto según el “va contravía de la construcción de paz y el cumplimiento de los acuerdos suscritos con las FARC”. No es del todo congruente que luego de mostrar una indignación, que además fue unida a la del pueblo colombiano, abandonaran la anterior narrativa moral y decidieran apartarse de la votación, dejando el acto legislativo sin quórum para ser aprobado.

Entonces, ¿tiene un verdadero valor las ideas políticas?, esta creencia (la del Idealismo político) resultó ser muy acertada y políticamente viable, lo llamaré el “negocio de las ideas”, los progresistas lograron dominar el lenguaje por tanto dominaron las mentes de las personas, creando descontento e indignación selectiva, a través de un método simple pero eficiente, mientras la ´derecha´ en Colombia plantea estrategias tan anticuadas como ineficientes, tales como la candidatura y el activismo político, la izquierda logró sofisticarse, invadiendo medios masivos de comunicación, artistas, profesores y/o académicos, muy importante esto último, pues los sectores conservadores usualmente creen que el poder de las ideas no es importante, cosa que le dio una ventaja gigante a la izquierda, lograron crear una avalancha difícil de parar, consecuencia de pensar que las personas son seducidas por datos y no por ideas románticas y/o revolucionarias, lamentable error. Ahora perdieron las universidades y por tanto el pensamiento académico quedó vulnerable ante la narrativa progresista y el decálogo moral de la izquierda, cerrando la idea dejo una frase muy acertada mencionada por Axel Kaiser sobre la crisis chilena: “Parte de la izquierda, por la esencia misma de sus creencias, no está dispuesta a respetar las reglas del juego democrático. Su proyecto es uno de ´Justicia social´, es decir, transformar al mundo cueste lo que cueste”. Palabras que no necesito sustentar, pues el miedo a la desestabilización que crece en Latinoamérica habla por sí mismo, la izquierda no pretende acogerse a la democracia, donde a veces se pierde o se gana y donde se debate, pretenden presionar para imponerse sobre la democracia, si no ganan en elecciones, entonces recurren a recrear focos de violencia, no es parte de algo aislado, es parte misma de lo fatal de sus ideas.

Mi intención es dejar una reflexión acerca de qué relación tienen todos los temas anteriormente mencionados: opino con mucha seguridad que la razón principal de este fenómeno ideológico que les hace aplaudir unos actos y repugnar otros que son de naturaleza parecida, obedece a una narrativa de justificación de un sistema, es decir, intrínsecamente quieren propiciar su sistema político a través de una indignación selectiva, perdonen prescindir de  alguna sutileza pero nos están vendiendo entre líneas: «mira se está quemando el amazonas, por eso el Socialismo es bueno», «mira mueren niños, por eso el socialismo es bueno», “Mira el gobierno actual no es eficiente, por eso el socialismo es bueno”, ¿Que quiero decir con esto?. Que en realidad a los sectores progresistas no le interesa la Democracia, no le interesa el medio ambiente, no le interesa la paz y mucho menos le interesan los niños, le interesa justificar una idea fracasada, a causa esto tienden a desdibujar la realidad y apelar al sentimiento sobre la razón. El primer compromiso que tiene este sector es con el socialismo, no nos engañemos con su falsa indignación, no les interesa si todo podría estar peor, solo llevar a cabo sus metas políticas, metas que no están enfocadas en el “beneficio general” como siempre claman, más bien en el poder absoluto o como ellos lo llaman “justicia social”.

Fuentes:

1* “el detonante que generó la convocatoria en redes sociales de esta marcha fue la revelación hecha en el senado de Colombia a principios de noviembre sobre la muerte de al menos ocho niños en bombardeos”/”Iván Duque enfrenta su primer paro general en rechazo a su gobierno”/CNN en Español 20 de Nov 2019.

2* “Paseando por una parte de la Historia: Antología de citas” Pag 111 /Escrito por Jordi Amate Pou

3* “Ríos de petróleo: el ELN y su guerra contra el agua”/ Revista Semana.

4* “ELN vuela oleoductos: Archivo digital el tiempo/ 1994

5* “En 13 años, Evo aprobó cuatro leyes que afectan a bosques y tierras”/Pagina siete/ Periódico Boliviano

6* “Congreso hunde reforma sobre delitos sexuales contra niños”/RCN radio

7* Fundación para el progreso en chile/ Axel Kaiser

 

Carlos Manjarrés

Estudiante de Derecho (Universidad Libre). Coordinador Local de SFL (Students for Liberty) en la Región Caribe de Colombia. Director de Divulgación de COLIBRE.