Estrella Inírida

Es difícil escuchar buenas noticias en materia ambiental y sostenible en Colombia, ya que sus últimos gobiernos han querido imponer la Locomotora Minera y Petrolera, con base en prebendas a grandes multinacionales, por aquello de la nefasta Confianza Inversionista (incluso, en el pasado mundial un importante directivo de Pacific se transformó en el guardián de Martín Santos; para terminar dando un desagradable espectáculo en un prestigioso restaurante de Río de Janeiro con los platos de servir). Y lo más triste, es que parece que en el nuevo reino de Juampa no parece haber mayores cambios positivos en la materia, quieren dar licencias a empresas de este nivel, con el fin de agradecer sus generosos aportes a la campaña presidencial; y lo más irónico, la mayoría de estas empresas son muy afines al uribismo, mejor dicho, se viene una larga lucha contra la depredación, a la cual hay que sumar la exigencia a los grupos al margen de la ley que si quieren ganar peso en los diálogos que se desarrollan, no sean cobardes e infames contra el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible. Volviendo al tema positivo, en el Guainía se ha desarrollado gracias solamente a la Naturaleza, un emporio ambiental que se ha convertido en la principal despensa de oxígeno a nivel regional: la Estrella Fluvial de Inírida.

 

Esta maravilla tiene su historia; en la columna Estrella Fluvial (05/03/14) se mencionó la posibilidad de que este magnífico lugar se convirtiese en una Estrella Ramsar (en honor a la ciudad iraní, que acogió las grandes decisiones en materia ambiental), pero que ya hoy sobre el papel es una realidad. Ahí se hacían las siguientes precisiones: Una estrella de diversos colores que brilla a pesar de las manos criminales que quieren opacarla. Daría la impresión de que esta hermosura tendría frases a ciertos líderes políticos de la siguiente forma: “esa tal prosperidad no existe” para Juán Manuel Santos“deponga el ego, ya lo ganó todo, no le siga haciendo daño al país, usted ya es expresidente y punto” como anillo al dedo de Álvaro Uribe Vélez; “no soy objetivo militar, solo les he traído bienestar” dirigida a todos los grupos armados“mi país no tiene la culpa de sus problemas para que nos insulten cuando quieren” con objetivo el gobierno venezolano; “sean una alternativa seria, depongan la soberbia y el no exagerado” cayendo en la izquierda nacional; “el exceso de religión es perjudicial para la salud” una sabiduría que le cabría bien al procurador; “piensen con el cerebro, no con el bolsillo” para el congreso nacional, entre otros”. Ojalá primen los conceptos técnicos y ambientales sobre los politiqueros, porque es bien sabido que el Guainía es un fortín del centro democrático, así como una fuente de coltán (algo muy apetecido por los ilegales), ni que decir que es uno de los principales caminos del narcotráfico con conexiones venezolanas (gobiernistas y/o oposición incluidas).

 

Se siguen viendo muestras del abandono estatal en el Guainía, comunidades indígenas y campesinos sumidos en la pobreza absoluta, víctimas de las explotaciones laborales de ciertos industriales y políticos que tienen grandes extensiones de tierra (obtenidas en buena parte de manera ilegal, gracias a componendas rabulescas). Lo único que hace recordar a Colombia por allá es el vuelo de los DC-3 que llevan escasos víveres a la zona porque el paso de los años les ha ido dejando huella. Se podría mencionar también a las embarcaciones que recorren los cuerpos de agua presentes, pero los problemas de órden público (los cuales no fueron neutralizados por la fracasada seguridad democrática, es cierto, Senador Uribe, así usted y su séquito intenten matonear) han mermado de forma alarmante; incluso, los daños ambientales generados por este fenómeno se están tornando difíciles de reparar. ¿Dónde estarán las autoridades correspondientes?, ¿rumbiando en la zona rosa de Bogotá? Que se despierten de una vez, que vean la realidad de este país, por favor.

Son 253 mil hectáreas hermosas, con diversos colores, sonidos, movimientos, llamados a reflexionar sobre el comportamiento inhumano que hay contra la fauna y flora del mundo, esta superficie demuestra las virtudes ambientales y sostenibles, cuyas lecciones son de obligatorio cumplimiento, en pos de un mañana mejor para la descendencia. De pronto llevarán personalidades a tomarse fotos allá, algo similar a lo que ocurrirá con Chiribiquete, donde en los próximos meses estará el flemático Príncipe Carlos de Gran Bretaña, cuya familia ha tenido una truculenta historia de safaries a lo largo y ancho de un imperio al que nunca se le iba el sol; si se le van las luces contra la Madre Naturaleza, pese a la oposición (en el papel) de Lady Di.

 

El país entero se debe movilizar para proteger esta Maravilla Natural, única en este planeta geoide y desigual; para la muestra las siguientes palabras de expertos en la materia: “Este es uno de los zócalos donde se presentan los afloramientos de formación geológica más antigua del mundo. En ellos se han venido depositando una serie de sedimentos terciarios y cuaternarios. Allí confluyen tres grandes regiones: la amazónica, la guayanesa y la orinoquense”; su responsable es Jesús Orlando Rangel, Profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional. «La preocupación radica en que el Ministerio de Minas y Energía no apoya la iniciativa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de declarar esta región como humedal de importancia internacional, bajo la figura de sitio Ramsar», informó Unimedios, como siempre Don Amilcar imponiendo extraños conceptos, y lo peor del caso, sería ratificado en su cargo.

 

PD1: Frente a la oleada terrorista de los últimos días, bien vale la pena evocar un Cese Bilateral del Fuego, verificable por entes internacionales. NO más daños ambientales.

PD2: Nadie ha pensado en los daños ambientales generados por las rumbas extendidas de la Bogotá Humana. Que inhumanidad.

 

[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-a-atl.xx.fbcdn.net/hphotos-frc3/t1/1780782_1404465043144690_1197510993_n.jpg[/author_image] [author_info]Pedro José Rivera Giraldo Ingeniero de Petróleos de la Universidad de América (Bogotá, 1994) y Especialista en Gerencia de Mercadeo de la Universidad del Rosario (Bogotá, 2002). Consultor Independiente en Materia de Mercadeo así como el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible en la Industria. Creador de la Conciencia Ambiental (tiene su propio blog: Conciencia Ambiental (El País, España), algo que falta en Colombia; escritor en Al Poniente y Bajo la Manga. Ha elaborado varios ensayos como Marketing Político Alternativo, Marketing Ambiental Alternativo (EMA), Marketing Curriculum Alternativo, Marketing Empresarial Alternativo, y Tips de Marketing Alternativo. Twitter: @petroides. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]

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