Por qué apoyo la reconciliación

Paz. Una palabra corta y simple pero cargada de significados, emociones y complejidad, máxime en un país como el nuestro.

Estoy completamente de acuerdo con los diálogos de paz, con darnos la oportunidad de pasar la página de la violencia. Guardando las proporciones, me declaro war baby, hija de una de las ciudades que más ha sido golpeada por la guerra: Medellín. Entonces, ¿por qué continuar apoyando una lucha en la que diariamente hay sangre y muerte?

Muchas personas argumentan que no se le puede entregar el país a la guerrilla, que no podemos ceder terreno y que, por el contrario, debemos atacar con más fuerza e intensidad. A mi modo de ver, el punto aquí no es ese, sabemos de sobra que este método no funciona pues llevamos más de medio siglo intentándole por ese lado.

¿Cuántos años de cárcel debe pagar el asesino para regresarle la vida a su víctima? ¿Cuántos para borrar el dolor? Me gusta más pensar en el perdón, en la resiliencia, en el diálogo, en poder ofrecerle a futuras generaciones un país en calma. Claramente, es importante reconocernos, entender los hechos y aceptarlos, para posteriormente llegar a acuerdos que nos permitan avanzar. No nos sirve de nada continuar obstaculizando con pensamientos pesimistas este proceso ni tampoco desistir de apoyarlo luego de considerarlo exhaustivo y excesivamente largo, pues sabemos que la paz no se construye de la noche a la mañana.

Hace poco estuvo la filósofa Martha Nussbaum en Medellín, reafirmando la importancia del amor en un país como Colombia, que atraviesa un proceso de paz. El mensaje fue claro: liberarnos de la ira que enceguece, trascender en confianza y esperanza, y construir ese futuro que es de todos. Qué bueno que podamos interiorizar y aplicar el pensamiento de Nussbaum y que nos aferremos al amor como esa herramienta poderosa que fortalece comunidades. Qué bueno que podamos mirarnos a los ojos y coexistir.

Paz. Esa palabra que viaja entre discursos pero que no se puede convertir en una muletilla.

“La venganza es una fantasía que nos hace creer que podemos cambiar el pasado” Martha Nussbaum.

Carolina Hoyos Bolívar

Musicalmente anacrónica. Apasionada por la radio, la danza y la literatura. Amo los perros y quiero reencarnar en una tortuga carey. Siempre lista para el debate político.

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